Investigadores de la Universidad de Sídney (Australia) han desarrollado un método para convertir el durián, la fruta conocida como la más maloliente del mundo, en un cargador de baterías.
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En el estudio publicado en la revista científica “Journal of Energy Storage”, la biomasa de la fruta se convirtió en supercondensadores que pueden ser utilizados para almacenar energía.
Para lograrlo, los científicos utilizaron un método no tóxico en el que la biomasa de la fruta fue hervida en agua y deshidratada a través del proceso de liofilización para convertirse en aerogel de carbono.
El mismo resultado se logró también utilizando la fruta del árbol de yaca. Según los autores del estudio, el material mostró un mejor rendimiento y un menor costo en comparación con la tecnología basada en grafeno actualmente utilizada en el mercado.